jueves, 28 de abril de 2016

Copa Presidencial 2016


Por Luis R. Carrera


El pasado 9 de abril del presente año concluyó la fase regular de un campeonato que no solo erige a un vencedor sino que además. la definición de este campeonato terminará rigiendo los destinos del país esté o no de acuerdo la hinchada con el resultado. A continuación se mostrará el desarrollo de la copa y la tabla de posiciones final:

Keiko: El equipo líder con triunfos obtenidos en mesa se logró afianzar en la tabla gracias a los puntos que ROBÓ de visita y en una que otra urna. Hoy, por obra y gracia de organismos reguladores y la falta de memoria de la hinchada, es puntera absoluta pero al no haber podido sustraer los puntos necesarios para campeonar, tendrá que jugar un repechaje con el segundo puesto.

PPK: Con refuerzos extranjeros y ahora sin mascota, este cuadro prácticamente de “masters” supo valerse de los puntos dejados por el equipo morado y el cuadro ‘millonario’, los que hicieron más por él que su propia campaña, logró llegar sorpresivamente al segundo lugar cuando todos avizoraban un partido de despedida de todo el plantel y tras haber superado a su par (aunque en la realidad no tan par) cusqueño, jugará el play-off con Keiko.

Vero: Se proyectó formar un buen plantel desde su ascenso el año pasado con elementos de la Ciudad Imperial, pero cargó también con refuerzos limeños clasemedieros. Afortunadamente pudo ver a tiempo qué había más allá de los flashmobs en Miraflores y armó un equipo competitivo con refuerzos de muchas partes del país, aunque siempre con un remanente capitalino, y peleó el título hasta el final. Ahora con una clasificación a Sudamericana asegurada, debe llevar de la mejor manera las siguientes temporadas si es que en el futuro no quiere acompañar a la Tía Regia en Segunda.

Barnechea: Se perfilaba como otro equipo que iba a capitalizar los puntos de los desafiliados como los equipos que lo antecedieron, pero los partidos que cedió de local le pasaron factura, más aún cuando de visita no logró punto alguno y un chicharrón valió más que su idea de juego. Si se mantiene la base del equipo y refuerzan las canteras, el virrey y su gente tendrán claras opciones de pelear el título el próximo torneo.

Alan: La escuadra de los narcoindultos decidió apostar por lo mismo de siempre creyendo que recurrir a las viejas figuras le bastaría para volver a encandilar a la afición, pero no contaban con que los hinchas ya sabían de memoria cada jugada suya y ni les importó verlo en la cancha. Sus rivales de turno también conocían su juego por lo que les fue fácil doblegarlo, al punto de que su clásico rival lo goleó sin piedad. Se quedó en primera más por pena que por méritos propios.

Goyo: Frente a la presión de los de arriba para que siga los pasos de la escuadra humanista y de la amarilla y resigne la categoría, este aguerrido cuadro opuso férrea resistencia y permaneció en la competencia. Imbatible de local, consiguió los puntos necesarios para moverle el piso a los interesados en mantener la idea de juego predominante y meritoriamente, aunque con un poco de recelo por parte del equipo cusqueño, se mantuvo en Primera.

Popy: Hasta las fechas finales del torneo era el colero absoluto, pero le bastó ver que tenía en frente al clásico rival para jugar como no lo hacía desde la época de los vladivideos y aplastó sin piedad a un plantel que ni en su feudo aprista era aceptado. Este envión anímico y el apoyo de la hinchada por esta hazaña ayudó al cuadro de la escoba a mantener la categoría, para sorpresa hasta del propio Olivera.

Toledo: Otro equipo que, al igual que Alan, no apostó por sus canteras y dejó todo en manos de su líder “sano y sagrado”. Las consecuencias fueron que ni de local pudo hacerse fuerte, entre otras cosas por confundir el fulbito con el fullvaso, y fue avasallado por sus contrincantes. Su permanencia está en duda aunque todo indica que saldrá de la División de Honor, sin honor.

Miguel Hilario: Su poca experiencia en la Profesional le impidió sacar cara por el interior del país y aunque mal que bien pudo obtener algunos resultados positivos en su tierra, eso no alcanzó para mantener el nivel que la competencia exigía y pese a que dio su mejor esfuerzo, perdió la categoría. Esperemos que haya aprendido lo suficiente de esta incursión en Primera y logre consolidar un plantel de cara al futuro.

Ántero: El ser otro equipo de “masters” como PPK pero sin jugadores aptos para competir en esta Copa le pasó factura a la escuadra felina, de la cual la gran mayoría no sabía de su existencia durante gran parte del torneo. Sin imponer condiciones ni de local ni de visita, el destino de este cuadro no era otro que la Segunda, división de la que probablemente no regrese.

Terminada esta parte del torneo y según los resultados, quedó definido que serán Keiko y PPK los equipos que, por haber quedado en primer y segundo lugar respectivamente, jugarán el play-off por el título. El encuentro será a partido único en la sede del Jurado Nacional de Elecciones (es decir, Keiko será local). De quedar empatado el compromiso, ambos equipos irán a tanda de penales (comenzando por la Base Naval) hasta definir al campeón de la Copa Presidencial.

Se nos viene la final menos deseada por las grandes mayorías pero que nosotros mismos ayudamos a definir.  Ni modo, el  Perú lo quiso así.


lunes, 4 de abril de 2016

"Pepe" Luciano para todo el mundo



Por Luis R. Carrera

Es triste cuando se pierde a alguien de manera inesperada y repentina, ya sea dentro del entorno familiar o círculos cercanos, y el pesar es mayor cuando descubres que ese alguien trataba de enriquecer a una sociedad tan contrariada como la nuestra, la cual si por estos días padece para hallar la ansiada consolidación, mayor era la angustia por esos años en los que este amauta contemporáneo nos dejó. Aquel hombre que si bien no era el enviado por los apus que aparentemente estuvimos y seguimos esperando para nuestra redención pero sí alguien que contribuyó a crear una nueva visión de país era nada más y nada menos que José Carlos Luciano Huapaya. “Pepe” para los amigos.

Nacido en Lima el 8 de marzo de 1956, pasó los primeros años de su vida recibiendo la formación de 2 tradiciones afroperuanas al ser de padre chinchano y madre maleña, pero producto de una aculturación que él explicaría muchos años después, no se percibía a sí mismo con una identidad en particular (historia que no me es ajena), hasta que el racismo, viejo conocido en nuestro devenir, llegaría a él desde muy joven. Al ser uno de los más destacados alumnos de su clase, fue víctima de envidias y entredichos que cuestionaban que un negro se halle tan capacitado para el estudio. Es que claro, alguien como él debería estar dedicado a la chacota para luego de terminar la secundaria dedicarse a cuidar casas, lavar el carro de algún Miró Quesada o por último, ponerse a vender su ranfañote, jugar su pelotita, tocar su cajón o hacer otra de esas cosas que le gustan. Qué es eso de andar estudiando y querer ser profesional, habrase visto.

Fue al ingresar a San Marcos que descubre su negritud; esto gracias a la amistad que entabla con José “Cheche” Campos, estudiante al igual que él y que había tenido la inquietud de indagar en su pasado más allá de lo familiar mucho antes que “Pepe”, quien para ese momento trataba de hallar algo más que el materialismo histórico y las variantes del mismo que inculcaban sin peligro alguno de ser tildado de "rojete" o resentido social (tiempos aquellos). Es “Cheche” quien lo ayuda a visualizar otros rumbos del análisis social y qué mejor camino que el conocer los orígenes propios, más aún en una época en la que por estas tierras, al zambo solo se le destacaba por ser de Chincha, parece que todos eramos por defecto oriundos de esta provincia, y jugar bien al fútbol. Por tal motivo es que Luciano decide emprender junto a su futuro yunta de mil batallas emprender un camino que afortunadamente no se ha dejado de lado tras su partida.

Para la década de 1980 ya se encontraba trabajando en el Instituto de Investigaciones Afroperuanas (INAPE) dirigido por su amigo Campos y a partir de ahí intensifica su plan de recorrer todo pueblo habido y por haber en el que existía algún vestigio, por más vetusto que fuese, de la historia negra del país. Fue así que logra vincularse con quienes vivían en tales pueblos y ciudades, de los que rescataba su pasado por medio del mecanismo más efectivo para conocer lo sucedido con quienes no tienen una historia escrita, como nos ocurre a todo negro que ronda por este mundo: la tradición oral. Es a través de los recuerdos y costumbres de los habitantes de cada lugar visitado que de a poco se fue reconstruyendo el devenir de la población afroperuana, tantas veces negada por la historia oficial.

Gracias a esta iniciativa contribuyó al fortalecimiento del trabajo que venían haciendo años atrás organizaciones culturales como Teatro y Danzas Negras del Perú y Perú Negro, pues ya no solo hablaban de lo negro desde el ámbito artístico sino que ahora se luchaba por conocer el rol histórico del afroperuano a lo largo del tiempo y otorgarle un mejor posicionamiento del otorgado en base a sus aportes en lo artístico y en todos los campos posibles. Estos esfuerzos y su trajinada labor en el Instituto de Defensa Legal (IDL) lo acercarían a agrupaciones nacientes en esa época como el Movimiento Negro Francisco Congo, organización de la cual se convertiría en mentor algún tiempo después.

Si hay algo que caracterizó al buen “Pepe” fue su capacidad para sintetizar sus argumentos de manera que estos sean fáciles de comprender por todo tipo de audiencia pues él deseaba que el trabajo que venía realizando desde la sociología y la experiencia propia llegue a oídos de la mayor población posible. A su parecer, ya era tiempo de que tengamos consciencia de dónde provenimos, cuál ha sido el papel que nuestros ancestros jugaron y el porqué de la situación en la que ahora nos encontramos. Tales apreciaciones no se centraban únicamente en lo negro pues él afirmaba que el aislamiento y marginación también lo sufrió el hombre andino por lo cual, era realmente necesario tener presente que problemáticas que aquejaban, y nos siguen aquejando, como el racismo continuarían si no percibíamos el desarrollo del mismo. Es ahí que entra a tallar la mentada aculturación que no es otra cosa que la pérdida de nuestra propia identidad por cederle lugar a una cultura ajena, ya sea por imposición o necesidad. Tales palabras pueden ser leídas en la compilación “Los afroperuanos. Racismo, discriminación e identidad” que el Centro de Desarrollo Étnico (CEDET), organismo de la que formó parte los últimos años de su vida, publicó hace algunos años. Al leer ese documento podrán comprobar que sus intervenciones pese a tener más de 15 años la más reciente, se verán tan cercanas a nuestro contexto pues aquello que él planteara décadas atrás se sigue sufriendo hasta nuestros días.

Lamentablemente la vida no le dio el tiempo necesario para seguir afianzando sus ideas y el cáncer lo alejó de este mundo el 8 de abril del 2002. Han pasado ya varios años de su partida y como se dijo líneas arriba, no ha sido en vano su labor y todo lo que expuso en vida pues afortunadamente se sigue rescatando su memoria a través del recuerdo de lo que alguna vez expusiera en conferencias o algún manuscrito elaborado a la volada pues no llegó a hacer un libro completo que de inmensa ayuda hubiese sido para la negritud peruana, la cual sigue tratando de comprender su propia historia fuera de los preceptos establecidos y los estándares de toda la vida, como nos lo había inculcado. Que Elegguá y Changó lo tengan en su gloria.  






Referencias:


·   Cimarrones, Comunicación interétnica global, Libro de Pepe Luciano: Los Afroperuanos. Trayectoria y destino del Pueblo Negro en el Perú. Disponible en: http://www.cimarrones-peru.org/pepe.htm

·  Rosina Valcárcel, El amauta negro, José Carlos Luciano, 2009. Disponible en: http://www.noticiasser.pe/opinion/el-amauta-negro-jose-carlos-luciano

·      Luis Rodríguez Pastor, 60 años del líder afroperuano José Carlos Luciano, 2016. Disponible en: https://rocolaperuana.lamula.pe/2016/03/08/60-anos-del-lider-afroperuano-jose-carlos-luciano/luchitopastor/

·   José Carlos Luciano, Los afroperuanos. Racismo, discriminación e identidad, Centro de Desarrollo Étnico – CEDET, 2012.