lunes, 12 de octubre de 2020

Cantándole al 12

 


Por Luis R. Carrera

El 12 de octubre no es una fecha cualquiera, sobre todo para quienes vamos heredando a través de generaciones todo elemento que España dejó en suelo americano el tiempo que aprovechó estas tierras lo más que pudo. Ese encuentro entre taínos y las huestes del navegante genovés marcó un antes y un después en la historia mundial y cada quien lo interpreta a su modo. Para algunos significó el inicio del proceso de civilización que buena falta le hacía a los indios del siglo XV y que permitió que hoy tengamos un desarrollo cultural del cual podemos vanagloriarnos, mientras que para mentes más racionales fue una invasión y un posterior saqueo y destrucción de pueblos que venían en un franco ascenso evolutivo a nivel social y productivo, situación que ya se venía dando entre los propios pueblos americanos solo que con menores grados de brutalidad.

Distintas han sido las formas de analizar tal fenómeno a lo largo del tiempo, siendo la historia la disciplina que ha brindado a la humanidad las mayores reflexiones sobre lo acontecido en el lejano 1492, además de las repercusiones que la abrupta entrada de Cristoforo Colombo (nombre italiano del ‘peluca’ de las carabelas) originó en quienes vivieron y los que seguimos viviendo en el continente que entregó a los Reyes Católicos. Pero no solo la ciencia histórica ha tocado tan controversial tema, sino que también el arte ha dado su cuota de análisis al respecto, siendo la música una de sus ramas la que ha dejado huella con mayor intensidad en los últimos años.

Durante los festejos (para algunos) y las polémicas (para otros) por los 500 años de la invasión europea, la música del “Nuevo continente” hizo sentir sus notas y acordes pues las naciones que alguna vez fueron tierra doblegada por el yugo español se vieron en la necesidad de manifestarse ante un 12 de octubre tan especial como lo fue el de 1992. Aquel año, distintos exponentes de la canción en habla hispana expresaron su sentir sobre aquel violento cruce de cosmovisiones e idiosincrasias que formó a Latinoamérica tal y como hoy la conocemos, por lo que la conmemoración de los 500 años de continua presencia europea en América fueron el incentivo necesario para que la música de esta parte del mundo exponga, desde distintos géneros, su parecer ante aquella celebración vitoreada casi por inercia.

Fueron varios los músicos que a inicios de la agitada década de los 90 se animaron a componer y difundir canciones alusivas a lo que hasta ese entonces se seguía llamando formalmente como “descubrimiento de América”, las cuales pasaron a la posteridad por el mensaje que en ellas se plasmaba, el cual no iba tan acorde al discurso oficial ya que mostró formas alternativas de evocar lo que ocurrió después del grito de Rodrigo de Triana. Es por ello que he seleccionado algunas de las canciones que en la última década del siglo XX marcaron época al entonar en sus letras el tema ya mencionado. Se han seleccionado como muestra 5 temas, entre nacionales y extranjeros, de artistas y agrupaciones reconocidos por el público peruano y que hace casi 30 años dejaron un claro mensaje sobre lo ocurrido 5 siglos atrás; temas que hasta el día de hoy se siguen tocando para beneplácito de los amantes de la música. A continuación, un breve análisis de la temática de las canciones seleccionada para esta crónica.

Los Fabulosos Cadillacs – V Centenario (Álbum Vasos vacíos, 1993)


Tema infaltable cuando de hablar de América se trata. Vicentico y sus muchachos lo dan todo en esta canción que removió conciencias y fomentó pogos, algo que sigue haciendo en nuestros días, razón por la cual este legendario tema de la órbita rockera argentina ha sido versionado en distintos escenarios, desde un concierto en el Luna Park hasta un concurso interfacultades de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La canción en sí se compone de una intro semejante a nuestro querido festejo en el que voces infantiles entonan en español unas líneas de la condescendiente canción America del filme Amor sin barreras (usada previamente por Rubén Blades en Pedro Navaja) hasta que luego de una breve pausa dan paso a un ska ultra agresivo que rompe con la aparente armonía que se mostraba al inicio, señal de que la crudeza con la que narran los hechos reales se trae abajo los mundos ideales que algunos interesados tratan de imponer.

En cuanto a la letra, la lírica de la canción no hace sino manifestarnos desde el inicio una idea que por mucho tiempo se trabajó y discutió tanto en la academia como en conversaciones cotidianas: En el quinto centenario, no hay nada que festejar. Y en efecto, no tiene sentido celebrar con algarabía un acontecimiento trajo cambios que si bien fueron fundamentales para la futura dinámica social del continente americano, estos se dieron a costa de la interrupción del avance de las civilizaciones originarias dominantes en la región y la inmediata supresión del común de los pueblos autóctonos que recibieron un nuevo idioma y una nueva religión a cambio de la eliminación de sus propios legados culturales, lo cual significó además asesinatos masivos de indígenas tras brutales derramamientos de sangre, sangre nativa, sangre de la tierra. Tan solo fue una invasión más, como tantas que se han dado a lo largo de la historia, que no debería tener carácter festivo alguno. Los Fabulosos Cadillacs llevaron esta réplica a la historia oficial a lo más alto de la música latinoamericana contemporánea y hasta el día de hoy es un referente para toda agrupación que desee alcanzar el nivel de transgresión que la mencionada banda alcanzó con este éxito, obra de Flavio Cianciarulo, y muchos otros que lanzara en su mejor época.

Rubén Blades – Conmemorando (Álbum Amor y control, 1992)

Es por todos sabido que Rubén Blades dio una esencia reflexiva e innovadora a géneros como la salsa y ritmos de su tierra, Panamá, siempre ensalzando el sentir del pueblo latinoamericano. El álbum Buscando América fue el ejemplo máximo de concientización de los oyentes a través de su obra musical con temas de antología que llegaron a ser censurados en algunos países por no ser convenientes para las dictaduras de los años 80. Pero en esta ocasión, el tema elegido pertenece a un disco posterior al citado, en el que podemos hallar una composición que se enfoca directamente en el llamado “Día de la raza” y la percepción que muchos pobladores de tierra americana iban tomando respecto a esa fecha, la cual distaba mucho de la que ofrecían los libros escolares. Fue así que quienes tuvieron la dicha de oír tan notable canción en el tiempo de su estreno pudieron comprobar que realmente había otras formas de interpretar las travesías de Colón más allá de lo que se decía en los colegios. 

Conmemorando, título del tema en cuestión, nos narra la historia de aquella travesía que 3 carabelas llevaron a cabo hacia nuevas tierras, describiendo tanto conglomerado de tripulantes que iban navegando como la incertidumbre y ambiciones que el rebelde, el incrédulo, el valiente, el plebeyo junto al noble en el mismo pasodoble, idealistas, mercenarios y patriotas, tenían respecto al nuevo mundo al que se aproximaban, magistral descripción de lo que vivieron todos lo que viajaron bajo el mando de Cristóbal, individuos de toda calaña que se aventuraron a zarpar de Puerto de Palos. Seguidamente, pone de manifiesto las nefastas consecuencias para quienes vieron llegar a tanto hispano a su tierra: vejaciones, humillaciones e injusticias producto de la codicia de los que desembarcaron con Colón y de los que siguieron arribando en los años siguientes. Todos ellos bajo el amparo de la cruz que cambió la visión del poblador americano pre-mestizaje mientras sucumbía ante el flagelo europeo, flagelo que sentenció el destino y el devenir del continente que habitamos. Por tal motivo, Rubén cierra el tema con una pertinente reflexión que señala cómo es que debe tomarse el 12 de octubre: “Conmemoro, pero sin celebración”. Y en efecto, el día en que se “descubrió” América lo tenemos marcado en el subconsciente, pero debemos recordarlo sin algarabía ni celebración, tal y como se ha hecho con otros eventos históricos igual de determinantes que la llegada de las carabelas.

Aunque Conmemorando no es de los éxitos más rankeados de Blades, conocer esta creación suya es más que necesario pues aparte del llamado a la reflexión al que nos exhorta con su letra, tiene un acompañamiento hasta ese entonces novedoso en la música de Rubén, pues en la década del 90 empezó desenvolverse en estilos musicales alejados de la salsa y es justamente en el álbum Amor y control donde logra plasmar su cometido artístico. De ahí que Conmemorando se presente como un tema que se asemeje más a la balada que a la rumba. Toda una obra maestra que solo se podía lograr con el grupo Son del Solar, sus grandes aliados en esos años

Grupo Río – Al norte de América (Álbum Strip Tease, 1992)

La música peruana dice presente en este armónico recuento alusivo a la fecha a través de una de las bandas más afamadas del rock nacional. Saliéndose un poco de las universidades y de lo peor de todo de estar con alguien, la mancha de “Pocho” Prieto lanzó una letra que señala lo que para ellos significa el “Día de la raza” en el año del quinto centenario de la llegada de Colombo (Colón en italiano, como ya se ha dicho), la cual bajo acordes de New wave ochentero busca concientizar a su fanaticada y al público peruano en general sobre cómo percibir el 12 de octubre, día en el que en vez de festejar, tenemos que reflexionar quién es quien debe pagar. Y es que Río se suma al pelotón de los que pusieron su aporte para cambiar la mentalidad del público respecto a ese encuentro de 2 mundos que tanto se nos ha promocionado desde nuestros primeros años de vida y que hasta hoy es evocado con alegría por quienes aún se sienten súbditos del Imperio Español a pesar del paso del tiempo.

La letra consta de un señalamiento constante de lo hecho por quienes entraron a este nuevo mundo tanto al sur como al norte de América. Ingleses, franceses, portugueses y españoles son traídos a la memoria por sus deplorables acciones 500 años en el pasado, las cuales fueron normalizándose con el tiempo pero que ahora eran sacadas al fresco por medio de una melodía que hacía creer que aún se seguía en los 80 y que sonaba mientras “Pocho” acusa lo que hicieron los europeos durante la invasión post “descubrimiento”, como imponer su ley y separar naciones hermanas como lo ha hecho el Estados Unidos actual, considerado el heredero del imperialismo de antaño, mencionado también en esta canción tras un conteo de todo lo que el ladrón robó. Así es como se desarrolla esta rola de inicios de los 90 que de alguna forma trata de hacernos ver un lado de la historia por mucho tiempo obviado de la discusión cotidiana y que, para alegría de los autores de Televidente, aún suena en las radios locales.

Tierra Sur – Cinco siglos (Álbum Mi marimba, 1992)

El reggae también quiso intervenir en los homenajes y por esa razón, “Pochi” Marambio y su Tierra Sur se apuntó con tema hecho con el legendario ritmo jamaiquino para hacer sentir su voz de protesta ante los, por aquel entonces, venideros festejos por los 500 años. Fue así que dentro del álbum que contiene a la explícita canción que da título al disco, la banda N° 1 del reggae peruano incluyó su propio manifiesto sobre la incursión de Occidente en 1492, el cual por más de que busque concretar un justo reclamo, mantiene esa contagiante rítmica que la caracteriza a la música rastafari.

Una intro marcada por un sonoro bajo nos lleva al característico beat del legado de Marley y Peter Tosh en el que se desenvuelve el tema. En él, “Pochi” y su coro entonan un canto en que hacen notar las celebraciones que se avecinan por los 5 siglos de mestizaje. Guaripolas y fuegos artificiales se impulsan desde Europa y el norte anglosajón anunciando la llegada del quinto centenario, mientras los sudacas nos preguntamos qué hay que celebrar, indica Marambio. Y es que el bravo del reggae en el Perú también se suma al bando de los que cuestionaron la celebración de la conquista de América en los 90, la década más alienante para Latinoamérica que por supuesto afectó al país tergiversando aún más las mentes peruanas, tanto en lo inclusivo como en lo racial. Hay que destacar el momento en que resalta la crítica a los cuestionamientos, la cual califica de “chauvinismo tercermundista” a toda oposición a lo ya establecido. Tal señalamiento aún podemos percibirlo en nuestros días, con la salvedad de que el chauvinismo ha pasado a ser resentimiento social, la etiqueta más usada para callar toda crítica frente al stablishment de hoy.

Ahí radica la valía de este tema no tan marketeado de Tierra Sur, el cual culmina con un irónico agradecimiento por cinco siglos de herencia occidental, la que si bien inherente en nuestro acervo cultural, es necesario reconocer lo que se perdió (avances tecnológicos autóctonos, vidas humanas, cultos locales) para forjar la América en la que hoy vivimos. Gracias, por la contaminación, gracias por la discriminación, gracias por la Santa Inquisición dice “Pochi” al finalizar el tema, llegando así a lo que hasta el momento es el consenso general de asumir los hechos y las consecuencias de la entrada de Occidente, pero sin celebrarlos.

Oscar D’ León – Cristóbal C (Álbum El rey de los soneros, 1992)

No todo fue crítica o cuestionamiento a las celebraciones por el quinto centenario. Si solo se quiere bailar y rumbear por la llegada de Colón, este tema es el indicado pues aquí no hay acusaciones ni reclamos que valgan. Lo único que importa es pachanguear porque Colón, junto a un puñado de valientes con los que partió al occidente, logró su cometido de llegar a suelo americano a bordo de sus carabelas 500 años antes del estreno de esta canción.

Oscar D’ León nos invita a trasportarnos a aquel 12 de octubre en el que un genovés con grado de almirante zarpó del Puerto de Palos empeñado en demostrar su fantástica teoría, logrando finalmente su cometido gracias al empuje de sus valientes y la ayuda económica de Isabel, descubriendo durante esta odisea hermosas tierras hermanas en las que Cristóbal se afincaría luego de tamaña travesía. Un alegre relato que reforzado por un poderoso ritmo de salsa que el Faraón de la Salsa había adaptado en su auge como solista, en donde ya no eran los trombones los que llevaban la batuta como en sus tiempos en la Dimensión, sino que ahora se fundían en una potente amalgama con las trompetas, el piano y las percusiones, todos guiados por el infaltable contrabajo de Oscar y por supuesto, su majestuoso soneo para darle al oyente, y principalmente al bailador, un buen motivo para celebrar 500 años de mestizaje y diversidad, más allá de cualquier crítica que otros intérpretes quieran hacer a tan magnánima e intocable, para muchos, fecha. Una rica salsa para no cuestionar, solo festejar y rumbear por los cinco siglos de invasión occidental que como no podría ser de otro modo, es apta para bailarse y cantarse por quien desee.

Es preciso aclarar que no fue Oscar D’ León quien ideó esta distracción rumbera. El tema original es una creación de El Clan de Víctor, agrupación que a inicios de los 70 dio las condiciones para la formación de La Dimensión Latina que lanzó el tema 20 años antes de la adaptación del Rey de los soneros. Se escogió el cover ya que fue la versión noventera la que tuvo su cuarto de hora entre las preferencias de la audiencia peruana, que tuvo y sigue teniendo a Oscar entre sus favoritos. Ahí va la Santa María, La Niña, La Pinta y la Santa María.

Conclusiones

Queda claro que hay distintas formas de recordar el desembarco de Colón y lo que esto ocasionó en territorio americano y la lista de canciones mostradas es reflejo de eso. Podemos hacer una crítica sosegada, pero a la vez directa como lo hizo Blades, señalar culpables sin problema como Río, ir directamente a la yugular con un reclamo certero como los Cadillacs, incluir ironías dentro del cuestionamiento como Tierra Sur o simplemente obviar toda interrogante o contrariedad con el acontecimiento y solo rumbear con todo por la travesía de las carabelas como lo hace Oscar D’ León. Todos estos tipos de conmemoración son válidos si de escuchar buenas canciones se trata o hasta para reforzar nuestros puntos de vista, pues lo primordial tanto con el “descubrimiento” de América como con cualquier otro evento histórico es conocer las distintas interpretaciones que puedan haber, sean a favor o en contra del hecho. Es la vía más efectiva para ampliar el raciocinio propio pues de esa manera podremos apreciar la diversidad de pensamiento que nos brindan posturas ajenas la nuestra, lo que no significa creer ciegamente en lo que todos digan, pues podemos correr el riesgo de caer bajo influencias como las de Laje, el PSUV, Aldito, el pastor Santana, Antauro, los Latinos con Trump, el clan Graña, el FUDEPP, Forzay o los camaradas terraplanistas sin poder escapar de sus delirios y extorsiones.

Por ello, permitámonos darle una chance, al menos, a lo que intentan comunicar los intérpretes seleccionados y muchos otros que también difunden composiciones que lleven a la reflexión, pues de todos ellos se puede aprender una nueva forma de ver las cosas, ya sea a favor o en contra de lo que nosotros pensemos (queda en nosotros el apoyar o refutar los planteamientos que se nos presenten) pues qué mejor forma de concebir las diferencias que con un arte como la música mueve al mundo y lo seguirá haciendo hasta los últimos días del planeta.

Sigamos tomando el 12 de octubre como lo que realmente es: una fecha importante más entre tantos eventos históricos que se pueden evocar, con sus aspectos resaltantes y deplorables, e inculquemos esta forma de pensar entre los nuestros pues seguimos bajo la influencia de potencias del otro hemisferio, así que por lo menos que sea nuestro raciocinio lo que se mantenga libre y soberano.