Este domingo 26 concluyó una edición más
del Descentralizado político peruano, el cual tuvo una serie de
particularidades que han hecho que este torneo se distinga de otras ediciones.
Por tal motivo, es necesario hacer una revisión de lo acontecido a lo largo del
campeonato.
Contexto
Año 2019. El campeonato transcurría con
normalidad pero al mismo tiempo con una intensidad desmedida por parte de
algunos equipos. Resultó que el combinado naranja, que había sufrido derrota
tras derrota en el tramo final del 2018, venía reponiéndose de esa racha
negativa (y merecida) gracias al propio empuje de sus jugadores y al
empujoncito de sus aliados en instancias judiciales, empujoncito que los salvó
de la baja y que los ayudó a empoderarse. Fue así como arremetieron nuevamente
contra el equipo PPKausa que si bien ya no ostentaba el título, seguía ejerciendo
poder por haberse consagrado en un año clave. Esta escuadra tricolor había
venido sufriendo varios reveses luego de su título del 2016, por lo que el
plantel tuvo que recurrir a un cambio de capitán para recuperar el rumbo, el
cual irrumpió desde Moquegua. Ya con ambos equipos (el naranja y el de los
cuyes) recuperados, se revivió la confrontación directa entre ambos clubes,
quienes nunca podían esperar a sus choques directos y terminaban atacándose
mutuamente fecha tras fecha así no les toque jugar.
La pugna fue tan impactante que terminó
polarizando todo el torneo, teniendo cada escuadra sus respectivos aliados. El
elenco PPKausa contó con el apoyo del equipo Liberal, club integrado por
PPKausas decepcionados de su equipo inicial pero que de todos modos apoyaban al
equipo ahora liderado por el capitán moqueguano para evitar un empoderamiento
total de los naranjas. Los PPKausas creían contar con el apoyo del club Contigo
por tener también a ex miembros de sus filas pero este novel equipo se limitaba
solamente a renegar de su pasado cuyesco y sumar la mayor cantidad de puntos
posible para mantener la categoría. El cuadro naranja, por su lado, tenía un
apoyo a media caña del equipo Cambio 21, surgido también de una decepción
partidaria interna, pero este apoyo no fue muy convincente. Quienes sí dieron
todo su respaldo a los naranjas y trataron inútilmente de encubrirlo fue el
elenco de la estrella, plantel que si contando con su capitán pasaba sin pena
ni gloria en el torneo (en el que también se vieron favorecidos por sus
contactos en el ámbito judicial y electoral para no descender), tras el
suicidio de este cuando no quiso asumir sus culpas y vínculos con jueces y
constructoras, no les quedó más remedio que estar a la sombra del Naranja para
poder subsistir, actitud que mantuvieron hasta el final pese a lo mal que les
fue a ambos en el Descentralizado 2018.
El campeón vigente era el club de la
lampa, que había ganado con holgura el torneo 2018 pero que en este 2019 los
resultados no se les venían dando, por lo que prefirieron enfocarse en
recuperar los puntos perdidos y hacer oídos sordos a la pugna entre los
mencionados, dictamen acatado por todo el plantel menos por su artillero
Lescano que llegó a batir varias veces la valla naranja hasta que una
suspensión y la presión de la vieja guardia hizo que la indiferencia retorne,
indiferencia que mantuvo también el resto de equipos participantes salvo los
clubes conscientes y combativos, quienes impulsaron una postura anti-naranja y
anti-PPKausa que hubiese podido hacerse fuerte de no ser porque nunca llegaron
a lidiar sus diferencias, haciendo que el sueño de unidad quede más lejano
entre los equipos de esta vertiente.
Esta era la situación del campeonato
hasta el 30 de setiembre pasado, cuando estaban por jugarse las últimas fechas
del torneo. La escuadra PPKausa, viendo que cada vez se hacía más difícil evitar
que el equipo naranja DEJE DE ROBAR puntos a los demás equipos y viéndose
diezmados por la pérdida de jugadores, decidieron por intermedio de su nuevo
capitán apelar a su ventaja de haber campeonado en la temporada presidencial y
a su mayor acceso a los estatutos de la Constitución para hacer valer su
galardón estatal (que otorga mayores facultades que una copa obtenida en años
regulares), y así ordenar la suspensión del torneo, justo en momentos que los
naranjas tenían un peligroso repunte que podía perjudicar a los demás equipos
contendientes y al país en general. Inmediatamente hubo felicitaciones por un
lado, pero al mismo tiempo se hicieron reclamos de autoritarismo y dictadura
que eran proclamados por aquellos equipos que justamente contenían estas
características en su esquema de juego. Las quejas siguieron por parte de
naranjas, estrellados e incluso integrantes de la escuadra Contigo hasta que el
Tribunal Constitucional ratificó la legalidad de la medida, pese a la oposición
del magistrado Blume y algunos otros vendidos al club naranja. Fue así que a
través de la ONPE y el JNE, se ordenó que se disputen las fechas restantes del
Descentralizado durante las primeras semanas del 2020 para poder tener de
manera ordenada a los representantes peruanos en los torneos políticos
continentales y de pasada, para callar de una vez el berrinche naranja y el de
la estrella que seguían desconociendo la medida y por ende, la realidad.
Proceso
de restitución
Como ya lo habían dictaminado las
instancias electorales, para enero de este año se dispuso la culminación del
campeonato 2019 con la totalidad de equipos que pugnaban por permanecer en la
categoría hasta la próxima temporada; por lo que aquellos equipos que no tenían
representantes parlamentarios, en vista de que el torneo se llevaba de forma
extraordinaria, salvaron del descenso directo y pudieron ser parte de la
competencia hasta el final. De esta manera, el tramo final del torneo 2019
quedó con los siguientes equipos:
·
Peruanos Por el
Kambio: El
club PPKausa, impulsor de la suspensión del torneo, se libraba de toda sanción
luego del visto bueno del TC y quedaba habilitado para disputar estos últimos
partidos.
·
Fuerza Popular: El equipo
naranja, principal afectado con esta para del campeonato, busca ahora no solo
permanecer en competencia sino además, conseguir el título a toda costa, sin
importar cuántos magistrados vaya a tener que costarles este objetivo.
·
Acción Popular: El campeón
vigente fue uno de los principales beneficiados con la suspensión pues pudo en
los meses de para reorganizar sus líneas y recurrir a sus canteras, cosa que no
había hecho en varios años.
·
APRA: El principal
aliado de Fuerza Popular en las últimas ediciones del torneo y por ende, otro
afectado por la suspensión del campeonato. Bajo la victimización de su baleado
(por él mismo) líder y apelando a su tradición (llena de procesos electorales,
faenones y narcoindultos) y a la amnesia de su hinchada, buscaba librarse de su
alianza con los naranjas para mejorar por ellos mismos su paupérrima ubicación
en la tabla, ahora liderados por un capitán famoso por sus declaraciones y su
adicción al Ricocan.
·
PPC: El equipo
verdolaga no pudo darle un buen campeonato a su fundador por el año de su
centenario y buscaba aprovechar esta oportunidad para reivindicarse con él, su
hinchada y las cutras de Cataño.
·
Somos Perú: Tampoco pudo
homenajear a su fundador, a 10 años de su partida, con un buen torneo y veía en
estas fechas finales la chance de disputarlas dignamente.
·
Alianza Para el
Progreso:
Ya libre de acusaciones y suspensiones, al equipo de la raza distinta también
le terminó conviniendo la paralización y ahora con un esquema repotenciado
trataría de recuperar el nivel de hace algunos años.
·
Podemos Perú: El equipo
tribunero de esta edición iría en busca de los puntos que lo lleven a la
consolidación que le fue esquiva en 2018.
·
Solidaridad
Nacional:
Otro equipo que fue favorecido con arreglos y ROBOS de puntos para no descender
la temporada anterior, sorprendía en el mercado de pases con los fichajes de 2
figuras naranjas que ahora con camiseta amarilla buscaban seguir atacando al
comunismo chavista y vizcarrista (?).
·
Partido Morado: Equipo formado
por un disidente del club Todos por el Perú que gracias a su fama (y al dinero
de su mujer) pudo crear su propio equipo y rápidamente ascender de Segunda a
Primera División para en esta edición del campeonato tentar la posibilidad de disputar
el título. Contaba en esta fase con los fichajes de los jugadores de la Bancada
Liberal.
·
Frente Amplio: El más grande
de los 2 equipos conscientes y combativos logró superar su fraccionamiento de
hace unos años y se reforzó con elementos que lo llevaron a pelear el título en
2016, con el agregado de su fichaje estrella del 2018 a quien rápidamente se le
dio la cinta de capitán por su vasta experiencia y escaso salario. Buscaba en
este tramo del campeonato un enésimo intento de reivindicación de la izquierda
a nivel de estos torneos.
·
Juntos por el
Perú:
El segundo equipo consciente y combativo, conformado por elementos renegados
del Frente Amplio más jugadores invitados que a pesar de sus dudas existenciales
en varios pasajes del torneo y su poco arraigo en el interior, guardaba la
esperanza de hacer un buen papel por el bien de todxs.
·
Unión por el Perú: Pintoresco equipo que de un año para
otro cambió el estilo de juego cumbiambero que adoptaron con La Capuñay por el
planteamiento esquemático y agresivo (en todos los sentidos) que propone la
escuadra etnocacerista, pues justamente integrantes de este equipo han sido
fichados por el equipo de la V, comenzando por el líder de aquella escuadra,
para reforzar todas sus líneas. Como este líder aún no puede volver a las
canchas ha asumido la dirección técnica del plantel, que será comandado por el
hermano del líder de la raza distinta, quien parece preferir la reivindicación
de la raza cobriza a la plata como cancha.
·
FREPAP: La escuadra del
pescadito volvió hace muy poco a la máxima división del torneo después de
muchos años deambulando por las ligas de ascenso y sus jugadores aseguraron
estar confiados en obtener buenos resultados en base a la experiencia ganada en
estos años. Tanta fue la confianza de este plantel que en una suerte de delirio
místico, algunos de integrantes del equipo aseguraron que los triunfos del
FREPAP en el torneo garantizarían la resurrección de Ezequiel.
·
Contigo
·
Perú Nación
·
Perú Patria
Segura
·
Democracia
Directa
·
Vamos Perú
·
Perú Libre
·
Todos por el
Perú
·
Renacimiento
Unido
Estos equipos lograron su ascenso y/o
retorno a Primera entre 2017 y 2018 pero a diferencia de otros cuadros, no han
logrado ni los puntos, ni el arraigo ni el financiamiento necesario para ser
considerados como candidatos siquiera para una Sudamericana electoral, por lo
que solo se espera que su participación sea de mero trámite.
Reglas
del torneo
Por tratarse de una edición
extraordinaria de este cierre de torneo, a las reglas convencionales se le
sumaron algunos puntos adicionales para una mejor regulación de la competición.
Entre los aspectos más importantes podemos mencionar:
·
El
torneo consta de 22 equipos correctamente inscritos para su participación de la
etapa final del campeonato.
·
El
sistema de juego consta de enfrentamientos de todos contra todos, tal cual se
había estado disputando el torneo antes de la suspensión, de los cuales saldrá
un campeón.
·
Los
mejores ubicados en la tabla tendrán derecho a disputar los torneos
politiqueros de Sudamérica, entre los que, dependiendo su posición final dará
estos resultados:
1)
Campeón
y subcampeón: Clasificados a Copa Libertadores Política, Fase de grupos.
2)
Tercer
lugar: Clasificado a Copa Libertadores
Política, Segunda fase.
3)
Cuarto
lugar: Clasificado a Copa Libertadores Política, Primera ronda.
4)
Quinto
y Sexto lugar: Clasificados a Copa Sudamericana Electoral.
·
Respecto
a la baja (1): Por haber un exceso de equipos en la categoría producto de
divisiones, disputas de poder, declaraciones juradas incompletas, creación de
trolles futboleros y otras irregularidades se ha establecido que habrá un
descenso masivo de 8 equipos, en señal de amonestación a todos los clubes
participantes por haber complicado tanto al sistema de juego como a la
democracia.
·
Respecto
a la baja (2): En pos de una reorganización del campeonato y en base a las
complicaciones de los últimos años, al puntaje que saque cada equipo se le
sumará un promedio que resulte de la suma de sus participaciones en los 3 torneos
anteriores entre la diferencia de goles de los 2 torneos anteriores, lo que
dará como resultado una valla porcentual que de no ser superada por algún
equipo, significará su descenso automático a Segunda División.
·
Respecto
a la baja (3): De haber más de 8 equipos que no logren pasar la valla, estos
clubes podrán disputar repechajes con equipos de Segunda División que hayan
quedado cerca de sus puestos de ascenso, como última chance de mantener la
categoría.